3 de abril de 2011

Un momento inolvidable

Tal vez fue al final de 1996 o comienzos de 1997, no estoy muy seguro. Recuerdo haber ido al cine, pero no con quién o qué película fui a ver.

Sólo recuerdo haber entrado temprano a la sala, antes de que apagaran las luces, es decir que iba a poder ver todos los cortos de las nuevas películas.

Me senté y me acomodé sin esperar mucho de los cortos. Las luces se apagaron y de pronto aparece esto en pantalla...




Desde el momento en que la X-wing (para los que no lo sepan, es la nave con las alas en forma de X) se salió de la pantalla del televisor, quedé sin aliento, aferré el brazo de mi silla con fuerza y así seguí durante las dos horas de película que siguieron, pero apenas poniendole atención.

Hay que entender el momento histórico. Si esto hubiera pasado hoy en día, seguramente al entrar en aquella sala de cine ya me habría enterado gracias a Internet que George Lucas iba a reeditar la Trilogía Original de Star Wars, incluyendo escenas nuevas y mejorando algunas de las originales. Tal vez ya hubiera visto el trailer en la red.

Pero esa era una época en que las noticias no volaban por Internet y en que a muy pocas personas en este país les importaba un comino Star Wars (bueno, esto último no ha cambiado mucho); un época en que mirar videos por Internet era muy poco común pues requería un ancho de banda impensable e inalcanzable.

No pude pensar en otra cosa ese día. Estaba maravillado con las escenas nuevas, en especial aquella en la que Jabba the Hutt camina con Han Solo junto a la Millenium Falcon; trataba de imaginar como habían podido hacer esa escena (tal vez rejuveneciendo digitalmente a Harrison Ford, ja, ja, que núbil).

Al día siguiente empecé a investigar todo sobre esta reedición de mis películas favoritas y, cuando supe la fecha de estreno para la primera, empecé a contar los días que faltaban para verla en pantalla gigante, en widescreen, tal como la vieron aquellos que habían tenido esa suerte veinte años atrás.

Pero nunca olvidaré lo que fue saberlo en ese lugar, en ese ambiente. Sorpresas como estas son las que hacen que la vida valga la pena.

1 comentario:

  1. Yo me acuerdo que fui con ud a ver la uno o el episodio 4 en unicentro y de paso no me aguante y me compre un Millennium Falcon y un xwing de metal pequeños en algun almacen cerca al cine.

    Esas naves las heredo juancho finalmente.

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